Perdón por ser tan simple ser tan evidente un lastre para ti. No, tampoco tu eres nadie no vales tanta pena por eso aunque me veas ya no estoy. Así me quieres tú soy carne de cañón y abres fuego ataque al corazón. Tu, callando siempre a gritos dejando poco espacio para respirar. Sí, me voy porque te quiero y el tiempo te pondrá en tu sitio perdona, pero esto es el final. Así me quieres tú... Desde mi pequeño infierno me he encontrado a tu salud Y me juego tu recuerdo a cara o cruz. Así me quieres tú...