Desde la inmunda pobreza Incesante nuestro penar Pero est? tan alto el alivio Al cielo nunca lograremos alcanzar Amarlo con feliz benevolencia Asegurando un sitio en la Gloria Y aunque el dolor arde y lacera Nuestra fe no obtiene victoria Oscuras celdas de ignorancia Esclavizando a la humanidad Donde crece infinito el enga?o
Y se encumbra a la divinidad Celdas de la Divinidad Donde aguarda la recompensa Celdas de la divinidad Donde nadie piensa Celdas... celdas Celdas... celdas de la divinidad Sordos los cielos permanecen Las plegarias son s?lo clavos Y en las celdas de Dios Todos somos sus esclavos