Una mujer sentada,
Agazapada y sola,
Contra la fría noche
Que tiene un pie en la aurora.
Lleva un pañuelo negro.
Silencio en la mirada.
Cuando se sube al coche
Se queda adormilada.
Trabajará diez horas
Y ganará tres euros.
Quinientos transistores
Ensamblarán sus dedos.
Un ruido de engranaje
Se escucha en la maquila.
Seiscientas manos tejen
Al despuntar el día.
Y cada vez, el miedo.
La oscuridad las nombra.
Algunas nunca vuelven
Y todas mueren solas.
Una mujer sentada
Junto a la mesa, sola.
Escucha conmovida
El hilo de la historia:
Príncipes y princesas
De la radionovela,
Nacidos en el barro;
Hoy brillan como estrellas.
Mira la radio y piensa
Que se gastó el ahorro:
Meses, semanas, días...
Guardando poco a poco.
Mira la radio y piensa
En cuántas, como ésa,
Se escapan de sus dedos
Cada mañana... piensa.
Y cada vez el miedo.
La oscuridad las nombra.
Algunas nunca vuelven
Y todas mueren solas.