Se está cayendo el jacal, donde la ingrata vivió, ya queda el puro güacal, todo el enjarre y la cal, el viento se lo llevó. Se está cayendo el jacal, el techo todo le cuelga, por más que quiero olvidar, llego y me pongo a llorar, sin esperanza que vuelva. Las latas y las soleras, todas están desclavadas, no hay flores ní enredaderas, como antes de que te fueras, y todo lo abandonáras.
Te estás cayendo jacal, y yo me muero contigo, el tequila y el mezcal, no han aliviado mí mal, porque tú eres mí castigo. Se está cayendo el jacal, los horcones se quebraron, la viga y los travesaños, con el correr de los años, toditos se apolillaron. Las latas y las soleras, todas están desclavadas, no hay flores ní enredaderas, como antes de que te fueras, y todo lo abandonáras.