Ella deja las cartas sobre la mesa Sus pasiones van del champán a la cerveza Del salón hasta el callejón. Pone en orden su cabeza desordenada Pero si un hombre la llama No sabe decir que no. Ella pasa las noches en la subasta Y en la vida nunca sabe decir basta Y a veces paga de más. Y al volver de una batalla perdida Las cornadas recibidas se las cura en soledad. Mujer sin mañana ni ayer Dispuesta a saltar al vacío y burlar a la ley Para distraer al destino A veces amigo, a veces enemigo, y a veces cruel. Amiga de los amores mal entendidos De caprichos que pronto pasan al olvido Del placer de lo fugaz,
Y aunque se codee con mendigos La elegancia y el estilo no los perderá jamás. Mujer sin mañana ni ayer Dispuesta a saltar al vacío y burlar a la ley Para distraer al destino A veces amigo, a veces enemigo, y a veces cruel. Esta historia que no termina Que siempre empieza Sin final, sin moral, sin moraleja Sin intención de juzgar. Ya ves ella no cumple condena Y no terminó en la trena Como el pobre de Oscar Wilde. Mujer sin mañana ni ayer Dispuesta a saltar al vacío y burlar a la ley Para distraer al destino A veces amigo, a veces enemigo, y a veces yo qué sé. Yo que sé...