Cuéntame el viejo cuento de tu fe, las tantas cosas que aprendiste aquella vez. Cuéntame las que te duelen, las que siempre dolerán, las que no entienden, las que no dejan volar las dueñas de esta voz y el mar. De tanto cuento y de cantar no sé si voy por donde vas, no sé si estoy para contar para contarte alguna más. Cuéntame lo que esperabas, lo que nunca sucedió, tu tierra firme, tu cimiento, tu motor tu apuesta al porvenir, tu amor. Cuéntame
cuando supiste del calor, de la humedad, cuando te armaste o desarmaste a la verdad, después de imaginar. Cuéntame lo que no deja que te arrimes hasta el sol de la balanza favorable a la razón, a toda la razón. De tanto cuento y de cantar no sé si voy por donde vas, no sé si estoy para contar para contarte alguna más. Cuéntame las que te duelen, las que siempre dolerán, las que no entienden, las que no dejan volar las dueñas de esta voz y el mar.